Netflix es una productora que se vanagloria de producir y
trabajar únicamente con contenidos online y bajo demanda, fórmula que está
funcionando bien en Estados Unidos. Para comenzar esta andadura creó un
producto ad hoc buscando los detalles que harían buena una serie y poniéndolos
juntos. Es por ello que House of cards tiene como protagonista a Kevin Spacey y
a David Fincher entre los directores. La jugada les ha salido bien, el
resultado es una serie con un buen guion, un buen protagonista y una buena
fotografía. El tema además engancha puesto que cuenta las artimañas de un
político corrupto queriendo ser más poderoso todavía. Así que, para los amantes de las buenas series, House of cards.