Qué bonito es ver cómo aparecen series con guiños feministas en mayor o menor medida. Supergirl lleva años aplicando sus metáforas para hablar de machismo y racismo. Además, hace poco descubrí Unbreakeable donde una chica ingenua sale de un búnker y decide que Nueva York no la hará caer por muy duras que sean las condiciones. Su frustrado actor compañero de piso, negro y gay, una casera que lucha contra la gentrificación repitiendo sus reivindicaciones de los 70 y una ricachona que descubre que casarse por dinero no le va a dar la felicidad completan los divertidos personajes de esta serie. También la nueva versión de la bruja Sabrina viene llena de guiños a Mary Wollestonecraft, una habitación propia y, en general, mujeres luchadoras que consiguen lo que quieren y personajes que crecen, aprenden y evolucionan con las circunstancias. Una Sabrina adolescente no quiere pasar por su bautismo satánico (curiosamente parecido al cristiano), sus tías solteras se enfrentan a sus propias paranoias sobre cómo encajar en el mundo y el primo homosexual condenado al confinamiento desde hace siglos completan el pack. Así que si queréis huir de este siglo XXI que sabe tanto a principios del XX (tal y como dice Tuices en Twitter), ya tenéis material para hacerlo.
Texto locutado en el podcast La línea del cielo www.lalíneadelcielo.com
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