Me alegré mucho cuando Discovery channel sacó un canal en
abierto: por fin mucha gente pobre podríamos ver algún documental al margen de
los de La 2 (que al final son cansinicos). Pero la verdad es que ahora cada vez
me arrepiento más que lo hayan hecho, me ha tocado conocer un subgénero nuevo,
que no sé cómo habrán bautizado oficialmente, pero yo los llamo los guarracas
mentirosos. El primero de todos estos que yo vi fue El último superviviente,
trata de un tío que supuestamente practica la supervivencia en diferentes
lugares en situaciones extremas. La base no es mala: podría servir a las
personas a aprender cómo sobrevivir en una situación desconocida, pero el
principal problema es que este hombre te recomienda, al contrario que cualquier
otro experto, que te metas en una cueva a buscar el otro lado sin saber cómo
es; por ejemplo. Al final, todo resulta
ser una gran farsa en la que este individuo se lía a comer animales vivos para
mostrar la sangre o beber su propia orina. Todo ello sabiendo que en cuanto
apague la cámara tendrá su bocata de chorizo y su tienda de campaña última
generación. Y, como la cosa triunfó, ahora a todas horas tenemos supervivencia en
pareja, supervivencia con un militar y un hippie o, la última; este chico
guiando a un grupo de gente desnuda por el mundo. Ni a los documentales los
pueden dejar en paz.