¿Alguna vez habéis oído hablar del cine de atracciones? Esto
era una cosa propia de cuando surgió el cine; si alguno habéis visto las
primeras películas, en ellas primaba únicamente el ver, no una historia, sino
la fascinación de un tren que llegaba, de un grupo de gente que se movía, de
una barca que navegaba… Luego ya la cosa fue hacia otros derroteros,
principalmente a contar una historia: nació la presentación, el nudo y el
desenlace. Y ahora, cuando el cinematógrafo lleva camino de cumplir 130 años,
parece que estamos volviendo a este cine. Tiros, paisajes, 3D, peleas… parece
que lo más importante es el movimiento otra vez, no el entender ni las metáforas ¿se han acabado las buenas
historias? Esperemos que no…