Y hablando de cosas inesperadas, hay series de las que no
esperas mucho y terminan convirtiéndose en grandes. Es el caso de Breaking bad,
la cual terminó hace no mucho su última temporada, pero sin duda merece la pena
de ver del primer al último capítulo. La base puede parecer tristona ya que un
profesor de química, típico padre de familia americano, tiene cáncer. Allí no
hay seguridad social ni nada que ayude a una persona cuando sufre enfermedades
así por lo que con su sueldo le es imposible costearse los hospitales y
tratamientos. Pues, ni corto ni perezoso, se decidirá a cocinar metanfetaminas
para costearlos. Al principio todo parece estupendo, pero pronto llegarán las
mafias y los problemas del dinero negro. Breaking bad es otra de estas series
que adora cualquier seriéfilo.