A muchos nos olió lo de cerrar RTVV como el inicio de muchos
otros cierres de cadenas públicas. Y ahora parece que las campanitas suenan
también por Madrid, no solo con Telemadrid que lleva mucho tiempo con ERES y
jaleos sino también con RTVE. La receta es la misma que se aplicó con la
valenciana: para empezar se empieza a eliminar contenido de mayor calidad le
añadimos telebasura en grandes cantidades, aderezamos con nuevos responsables
de informativos y convertimos los telediarios en propaganda. Cuando este caldo
está trabado la audiencia desciende y
los telediarios de la 1 pasan de ser los más vistos a la cuarta opción
en dos años. Ahora ya solo queda decir que con una programación de tan mala
calidad y tan poca audiencia no merece la pena conservar el ente. Bon apetit.