La HBO se recupera, ha sobrevivido al parón de buenas series
triunfadoras y junto a Juego de tronos, True detective se ha convertido en otra
serie para recomendar. Su gran maestría ha sido saber mezclar el género
policíaco con una especie de fantasía ligada a lo paranormal y la filosofía,
sin terminar de concretar. Rust y Martin fueron dos policías duros en los
Estados Unidos de finales de los 90 que se encontraron con un extraño caso de
un asesino en serie que usaba unos ritos satánicos extravagantes, resolvieron
el caso y dejaron de llevarse bien. En la actualidad, otra pareja de policías
cree que el caso no está cerrado y recurren a la extraña pareja. Una vez más,
las interpretaciones y la fotografía gustan mucho gracias en parte a esa moda
vintage a la que nos transporta True detective. Amantes de las policíacas y lo
paranormal, ya tenéis faena.