Es curioso que con el gran éxito que tiene el cine de terror,
este género no hubiera traspasado su éxito a las series. Vampiros sueltos han
aparecido pero todo más ligado a la ciencia ficción y a los adolescentes más
bien. Pero todo llega, algún productor se ha dado cuenta de esta carencia y ha
nacido Penny Dreadful. Ambientada en el oscuro Londres de finales de 1800 lleno
de fábricas, humo y misterio sabe combinar a la perfección la calidad de imagen
y encuadres con lo gore y lo escatológico. La historia mezcla clásicos del
terror: vampiros, posesiones, no muertos... La respuesta sensorial a una
servidora se combina entre el asco absoluto de no quiero verla y la fascinación
completa de está demasiado bien hecha para no hacerlo. Ya vosotros decidiréis
si os animáis con este pack no apto para todos los mayores de 18 años.