Ahora que se acercan fechas festivas son muchos los hacen
regalos a los más pequeños. Ikea se ha lanzado a la piscina vendiendo que los
niños quieren más tiempo de sus allegados y menos juguetes pero lo cierto es
que muchos árboles tienen más de lo segundo que de lo primero. Además, esos
juguetes son, las más de las ocasiones, sexistas: compremos una muñeca a la
niña y un coche al niño. Nos lo dicen desde muchos lados: no hay ningún
problema en que un niño quiera pintarse las uñas o una niña se disfrace de
Spider-man pero, a la hora de ir a comprar esos pasillos rosas y azules parece
que nos ciegan. Desde la línea del cielo, preocupados por los interminables
problemas de la mujer, abogamos por ese tiempo irremplazable y los juguetes que
no cierren a nadie la mente.
Texto redactado para el programa radiofónico La línea del cielo www.lalíneadelcielo.com