La semana pasada saltaba a los medios una noticia sobre
padres quejándose porque sus hijos tendrían pronto 3 meses de vacaciones. En
primer lugar me enfadé porque la noticia efectivamente decía que los niños
tienen 3 meses de vacaciones cuando no es cierto, al menos en la Comunidad
Valenciana los niños acaban a final de junio y empiezan a principio de septiembre
y eso son dos meses. En segundo lugar, me enfadé porque hay una generación de
padres que parece olvidar que los profesores y profesoras estudiaron para serlo
y que trabajan duramente cada día para conseguir que, pese a los recortes y las
congelaciones de sueldo, los chavales sigan aprendiendo sin notarlo. Ser
docente es una tarea dura, más si se tienen a los padres y madres en contra así que, por favor, antes de
criticarlos piensen en lo difícil que es estar con niños un rato y ellos lo
hacen unas 6 horas al día como mínimo.